Permitidme iniciar este recorrido por el campo de la visión, tomando como inspiración a Nuestro Nobel de Literatura, con la siguiente afirmación que se encuentra
consignada en una de sus obras: “ENTONCES me miró.
Yo creía que me miraba por primera vez. Pero luego, cuando dio la vuelta por detrás
del velador y yo seguía sintiendo sobre
el hombro, a mis espaldas, su resbaladiza y oleosa mirada, comprendí que era yo quien la miraba por primera vez”.
Jorge
Isaac, famoso por su novela MARIA,
también en una cuarteta nos recuerda acerca de los ojos:
“Cinco sentidos tenemos;
todos los necesitamos;
todos cinco los perdemos
cuando nos enamoramos.
todos los necesitamos;
todos cinco los perdemos
cuando nos enamoramos.
José
María Vargas Vila, inicia su novela,
AURA O LAS VIOLETAS, con la siguiente alocución a los ojos: ” Descorrer el
velo tembloroso con que el tiempo oculta a nuestros ojos los parajes encantados de la niñez;
Aspirar las brisas embalsamadas de las playas de la adolescencia;
Recorrer con el alma aquella senda de flores, iluminada
primero por los ojos cariñosos de la madre,
y luego por las miradas ardientes
de la mujer amada;
En cuanto a canciones, el compositor Carlos del Valle, en la canción, Adoro niña
tus ojos expresa: Adoro niña tus ojos porque
retratan los cielos,me gustan tus labios rojos porque a la miel le dan celos.
Me dan envidia los cielos porque viven en tus ojos
y la miel me causa celos porque está en tus labios rojos.
Ante el cielo de tus ojos y el misterio de tus labios,
está la ciencia de hinojos y están absortos los sabios.
Por eso al verme de hinojos me muero, dicen los sabios,
si no me miran tus ojos, si no me besan tus labios.
Los ojos como
proyectores de mirada, irradian alegría,
tristeza, pero también manifiestan pensamiento,
tal como lo expresaron los ojos de María al contemplar el cuerpo de su hijo colgado en el patíbulo: “¿aun vives, hijo mío?
Y como diría Cesare Pavese… Hasta la
muerte tiene ojos.
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