Personaje vivencial, presente en la ilusión de los que sueñan por
conseguir, lo que no quieren hallar.
Su lugar de origen, según relatos del autor de esta novela, se le
atribuye en el imperio piramidal del ensueño, en los confines limitantes donde
termina el fin del fin.
Su desarrollo embriológico se inició siendo un caminante; luego de andar
con la compañía de la soledad, se convierte en sabio, posteriormente en niño, más
tarde sufre una simbiosis sabio-niño.
Con esta combinación fonemica, se lanza a buscar el amor; el cual fue su
objetivo en este andar.
Fue un visionario de la realidad, donde el barco
de la esperanza, lo llevo a un puerto de ilusión, desde allí pudo desembarcar
los productos del olvido que le generaron los sueños.
