viernes, 1 de abril de 2011

Veintitrés de febrero

Un veintitrés de febrero

del dos mil ocho ese año

el fuego le hizo daño

a el señor Máximo Mórelo.

Despejado estaba el cielo

y todo el mundo dormía

mientras su casa ardía

y el en forma inclemente.

Pedía auxilio a la gente

Agua...! Mas agua...! El decía.. .

POR LA MENTIRA TAMBIEN SE MUERE…


A un padre no se le miente

ni en la forma más sencilla,

porque cuando su ojo brilla

es porque algo presiente...

Esto viene a mi mente

por aquella situación,

en que buscando diversión

una pareja que sueña,

pensaron ir a coveñas

sin ninguna aprobación.

Decidieron la partida

tal como lo habían planeado;

pero algo había fallado,

una mentira incluida.

Porque para lograr la salida

la niña en su emoción,

dice que va a una lección

y que regresa temprano

pero todo fue en vano.

Hoy esta en el panteón.


En medio de tanto dolor,

de tristeza y de pena,

el padre tenia un dilema

contra quien guardar rencor...

Si contra la hija su amor

o su amigo de confianza,

que la llevo a una andanza

en un atardecer muy triste.

...Y aunque ella hoy no existe

su muerte es sin esperanza.

MI PRIMER POEMA (Imitando al musgaño)


No conozco ese camino

mucho menos el terreno.

Pero mi Dios es muy bueno

y encontré un sobrino.

Todo lleno de pergamino

porque conoce ese tema.

Le dije que mi dilema

aquí estaba reflejado

era que había pensado

en escribir este poema:


Lagrimas no es tristeza.

Son agua

y el dolor las evapora.


El poema anterior

hace una apología,

a lo triste que seria

la vida sin un dolor.

Por que como el sudor

el agua se evapora.

Y por eso es que lloran

las nubes por el calor.

LA VIDA UN PASO A LA ETERNIDAD


No me aferro a la vida

No me aferro a la vida

porque se que algún día muero,

por eso tan solo espero

que sea tarde mi partida.

En carrera o en huida

en futuro o en presente

siempre nos toca la suerte

de olvidar la vanidad

y pensar que la eternidad

es la que sigue a la muerte.


Cuando ya sea un finado,

les diré que voy contento,

pues en ese momento

se que Dios esta a mi lado.

Los dos seres más preciado

cuando llegue mi partida

los veré en esa otra vida

todos lleno de emoción;

les diré que ellos son

mi padre y madre querida.


No tengo arrepentimiento

de mi paso terrenal,

porque lo fundamental

es que aproveche el momento.

Si ocasione sufrimiento

fue por la incomprensión

que generó la relación

Con personas resentidas.

Que viven solo la vida

Para generar destrucción.