jueves, 31 de marzo de 2011

LOS TIEMPOS DE MI ABUELO.

Profanando el ignoto pedestal, donde el olvido se enseñorea mostrando el atardecer de un día que tuvo un mañana; encuentro proyecciones del pasado que no se resignan a descansar en la poltrona del recuerdo.

Abierto el pedestal y con olor vivo de acciones que fueron y que por el devenir del no ser, hoy no son;
Hallo lo que fueron...


  Los Tiempos de mi abuelo


Mi abuelo José María,

quien era un lobo de mar,

también sabia elaborar;

Figuras de sacristía.

Según me contó mi tía,

Conversando una noche,

que la imagen de San Roque.

Las hacia en momentito

que le quedaba bonito,

y las mandaba a vender…

Eso lo dio a conocer

como José San Roquitos.



Galafre Julio y trifon,

Hermanos de penalidades,

que rezaban tempestades,

de moñito a boquerón.

De toda esta región,

la antorcha era Tolú.

Porque poseía la luz,

del Faro de Catalino;

que orientaba a los marino

Con precisión en latitud.



Menos madera que estopa,

era el bote de mi abuelo,

que termino de jardinero,

y su vela de guarda ropa.

Pobre suerte que le toca,

A ese cajón de madera,

Que aunque a el le debiera,

la vida por su salvación…

cuando allá en tinajón

por poquito se hundiera...



 Un gran navegante fue

al recorrer estos caminos...

Aquí yace un marino

en su lapida hoy se ve...

Fue amigo de LLampie

y capitán de embarcación

de la canoa transación

al lado del berraco;

Quien cien cocos en un saco

transportaba hasta el camión.



 Los apodos de la época,

se los voy a describí:

El salto del macabi

o la estaca de vireca;

La tijereta prieta

el aguilucho, el pulgón

y siguen en la relación

otros que no hecho de menos

como el hijo del trueno

o el azote de boquerón.

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