miércoles, 4 de mayo de 2011

A un hermano...

Cuando la tormenta de la soledad lo arrojo al puerto de lo factible...

Me duele porque te pierdo,
sin esperanza ninguna,
pero la mata de tuna,
vivir en mi recuerdo...
Sabes de que me acuerdo,
de las noches desesperante,
cuando de diez en adelante,
esperaba tu llegada...
Con la gente acostada
y una persona vigilante.

Tanto gesto y tantas creces
eso no sirvió de nada;
Oh mujer enamorada,
tu al mar te me pareces...
Escuche eso tantas veces,
pero no creí factible,
que esto fuera un imposible...
Oh mujer enamorada;
Tantas flores enviadas
con unas cartas legibles.

De tu amor soy un esclavo,
que en tu corazón hace fila;
Fue en una bolsa de manila
que me enviaste uno centavos
En mi mente esto grabo
E interpreto a mi manera;
Se que mi edad primera,
hace tiempo que paso...
pero esto te digo yo
Ya tu no eres quinceañera...

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